
Pierre Avezard, más conocido como Petit Pierre, fue un ser asombroso cuya vida y obra no paso desapercibida a miles de personas. Mientras el mundo giraba en sus momentos más horribles, este pastor francés pasó casi 40 años creando un juego giratorio, una instalación mecánica que fascina tanto por la combinación de personajes como por las invenciones y engranajes que los animan.
Ahora su vida y su obra llegan al Teatro de la Abadía, con Petit Pierre, que podrá verse hasta el 28 de septiembre. Un gran poema de amor a la vida y una inquietante metáfora de la evolución de la humanidad en el siglo XX.
Tras el estreno de Éramos tres hermanas la pasada temporada y otras muchas colaboraciones, el director Carles Alfaro regresa a La Abadía con la adaptación de este espectáculo de la reputada dramaturga canadiense Suzanne Lebeau. Adriana Ozores y Jaume Policarpo evocan mediante una puesta en escena intimista y con un cuidado dispositivo escenográfico la entrañable historia de este hombre y su asombrosa creación.

Pierre Avezard, llamado Petit Pierre (1909-1992), nació antes de lo previsto, “sin terminar”, como lo dirá él mismo. Medio ciego, casi sordo y mudo, no aprendió jamás a leer ni a escribir. A la edad de siete años lo retiran de la escuela para confiarle el oficio de los inocentes: pastor.
En los campos, Petit Pierre observa la naturaleza, los animales, los hombres que trabajan. Observa asimismo que las máquinas invaden la vida cotidiana, que el mundo está en constante mutación. Todo lo que se mueve, sobre patas, sobre ruedas, o de cualquier otra manera, ejerce una verdadera fascinación sobre él. Solitario, pasa el tiempo analizando, desmenuzando y reproduciendo el movimiento, primero en su cabeza, luego…
Mientras el mundo gira en sus momentos más horribles, Petit Pierre pasará casi cuarenta años creando un juego giratorio, una máquina poética de belleza singular y de una tal complejidad mecánica que ni los ingenieros logran explicarla. Obra maestra del arte bruto, el juego giratorio de Petit Pierre es una metáfora inquietante de la evolución de la humanidad en el siglo veinte.
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