Por más de 20 años de carrera artística Johnnié Mercedes se ha dedicado a destilar fantasías de la esencia necesaria para crear personas de carne y hueso. Gracias a esta vocación desempeñado diversos papeles como actor, director y productor teatral, escritor y acting coach.¿Cómo ocurrió tu transición de actor a director de teatro? A mí siempre me ha gustado mucho liderar y para ser director, indiscutiblemente, tienes que ser líder. Hay una pregunta en el aire de si se hace o se nace, esa respuesta yo no la tengo. Ahora, lo que sí puedo decir es que durante el proceso de formación en la Escuela Nacional de Arte Dramático, te ves en la necesidad de cumplir con ciertas tareas que te indican los profesores. Como son muchas cosas prácticas, mi promoción buscó un mecanismo para no matarnos entre todos, porque era un grupo muy heterogéneo, que consistía en que en cada tarea individual, cada alumno podía elegir los actores entre sus compañeros, pero dirigía su trabajo. Los demás podían sugerir cosas, pero ese individuo dirigía. Llegó un momento en que, sin darme cuenta, ya yo empezaba a escribir y dirigía mis obras con mis compañeros. ¿Tu experiencia ha influenciado la manera en la que te relaciones con otros actores o directores durante un proyecto? Tuve una época en los 90 y principios de la década pasada de mucho trabajo a nivel direccional, dirigiendo mis propios trabajos, produciéndolos, inclusive tuve la oportunidad en el 1998, de hacer un espectáculo que se llamó “La crucifixión”, donde trabajaron más de 350 artistas, pero siempre he estado claro en los roles. Soy de los actores que da propuestas al director, no soy un actor títere, soy un actor pensante. Se habla mucho de actor de cine, actor de televisión o actor de teatro, eso no existe, se es actor y ya. Aquí quizás hay una confusión mayor porque, lamentablemente, hay un porcentaje muy elevado de personas que están en el medio que son empíricos y de otros que ni siquiera llegan a esa condición. La diferencia en la actuación en cada uno de esos medios son los códigos, pero la creación del personaje es la misma. Ese trabajo intelectual que tienes que hacer como actor de creación, de transformación, investigación científica, análisis, de detalles, de mirada, son una serie de detalles que vas creando. Si todos esos análisis lo haces para un personaje que vas a interpretar en teatro, ese mismo análisis lo tienes que hacer en el cine o en la televisión, la diferencia está en los códigos. Por eso es que un actor de formación, un actor académico que por lo general viene de su preparación académica/teatral con el método Stanislavski, a la hora de llamarlo para una interpretación de una obra o una película, va a crear un personaje. Si se pudiera vivir plenamente, dignamente, con el pago de una obra de teatro, a mucha gente del teatro no les interesaría hacer cine, o simplemente hicieran teatro, cine y televisión, pero no les importaría ser reconocidos. El problema es que el mismo sistema te lleva a eso. Me voy a poner de ejemplo, a mí el pueblo dominicano me conoce. Estoy seguro que hay gente de teatro, que pueden ser mis padres, que si van a una empresa a buscar un patrocinio, no le abren la puerta y si voy yo, por el hecho de que saben quién soy, me abren la puerta, aunque me digan que no. Ser reconocido o famoso te facilita muchas cosas, en ese sentido la fama es buena, pero no es el norte. En el momento que eso sea tu norte, el artista va perdiendo vida porque se está convirtiendo en un ser superficial que no tiene nada importante que comunicar. Esto no es para eso, es para otra cosa inclusive más humana, transformar, cambiar, comunicar, es algo más profundo. No es tan simple como se ve y hay que prepararse, porque hasta el cuerpo y la voz son instrumentos del actor. Nada más en eso tienes que invertir un tiempo enrome ejercitándote. Sin preparación no hay nada. ¿Cuáles serán tus siguientes pasos en el teatro y el cine? Ya particularmente, en obras de teatro no estoy como actor, porque no me interesa ahora mismo, pero sí hay propuestas de dirigir dos o tres obras de teatro. A nivel cinematográfico, estoy trabajando en “Un lío en dólares”, estoy involucrado en otra película, que se llama “El pelotudo”, y hay otra en donde aparte de actor voy a ser acting coach, porque soy director de actores también. Ahora que quede claro, nosotros estamos haciendo la historia del cine dominicano, en 20 años o 25 años me imagino que la calidad del cine será excelente y niños que hoy son actores infantiles, con un nivel de calidad bastante bueno, si siguen en esto podrán darse el lujo de ser muy finos a la hora de seleccionar y decirle que no a 40 cosas, porque habrán 50 ó 40 de un nivel de calidad superior. Después de casi dos décadas de carrera, ¿qué sientes que aún te falta por lograr? Quiero dirigir. No soy cineasta, soy un actor que hace cine también. No soy un actor que va a ver culos y a comer al set, no. Yo voy a llevar una propuesta, voy a hacer mi trabajo. Soy un actor pensante, que observa, que cada día quiere aprender más. En el set sé cómo se maneja la cosa, como dirijo desde hace tanto tiempo y también dirijo actores en el cine, es una experiencia que me llega, que la percibo, que me entra por los dedos, por las venas, por todas partes, porque estoy ahí las 24 horas. Escribo, como he escrito teatro, también he escrito guiones. Todo eso te va llenando una bóveda de conocimientos que me da la convicción de que puedo dirigir una película, pero el respeto hacia eso me dice que no, que primero juegue y haga un corto, que lo voy a hacer este año, pero también voy a buscar a como dé lugar el dinero para hacer un master que no solamente es actuación, sino dirección cinematográfica, dirección de actores, luces y una serie de cosas que me van a dar el derecho hacerlo sin que me sienta mal por no tener ese aprendizaje. Entonces sí, voy a dirigir. Tengo proyectos, me gustaría hacer algunas historias que tengo por ahí escritas, tengo muchas cosas que quiero hacer, pero lo que pasa es que a veces las mismas necesidades económicas te convierten en una máquina de hacer realidad los sueños de otros. Entonces va a llegar el momento, y espero que sea este año, de que dentro del cine yo pueda hacer realidad los sueños míos.
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