El encuentro será hasta el 30 de agosto y estará dirigido por Carolina Vivas.
Arístides Vargas (izq.) fundó el Teatro Malayerba junto a la española Charo Francés (derecha).
El argentino Arístides Vargas, director del Teatro Malayerba, es un dramaturgo que escribe sobre los traumas, sobre esos temas que aunque son complejos y dolorosos, no hay que olvidar. Además es uno de los invitados al Encuentro Iberoamericano de Dramaturgia, que se realiza en Bogotá.Es una forma de trabajar que lo ha convertido en uno de los referentes del teatro latinoamericano y que compartirá en el Encuentro Iberoamericano de Dramaturgia, que se realiza desde ayer en Bogotá.Vargas, director del grupo ecuatoriano Teatro Malayerba, dictará en Bogotá el taller ‘Memoria y olvido en la acción dramática’. “El taller se inscribe en el juego del olvido como opción y el recuerdo como obligación”, dice.Para el director, uno de esos temas que siempre se deben recordar es la turbulenta realidad social de Latinoamérica. Y aunque según él las estrategias son diferentes, este sigue siendo un tema recurrente en los autores del continente.“Lo que nos traumatiza individual y colectivamente es el habitar un territorio tan violento como el de América Latina... Creo que a algunos jóvenes dramaturgos también les ha marcado, de una manera diferente, pero tienen una recurrencia sobre esas temáticas”, dice.El argentino ha hecho que algunas de sus obras sean cajas de resonancia de uno de los temas más complejos de la historia latinoamericana: la dictadura argentina. De hecho, Vargas tuvo que salir de su país en 1974 por las persecuciones de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).Se exilió en Ecuador y allí fundó el Teatro Malayerba junto a la española Charo Francés, su compañera de vida. “Yo no toco el tema de la dictadura desde la perspectiva que se realizaba en los años 70, yo lo toco desde una perspectiva muy subjetiva y desde una reconstrucción emocional del vacío dejado por la violencia”, enfatiza.Esa perspectiva arropó, por ejemplo, a la obra Instrucciones para abrazar el aire, inspirada en el secuestro y la desaparición de niños por parte de los militares argentinos, que se presentó hace dos años en Bogotá.Vargas y Charo Francés eran los protagonistas de un relato que ponía en escena tanto a los cómplices como a las víctimas. “En ningún momento la obra es tan evidente, y no especifica de quién están hablando, solo se habla de la ausencia, insistentemente”.Ahí sale a relucir otro elemento fundamental en la pluma de Vargas: su potencia poética, de la que también ha hecho gala en producciones como La edad de la ciruela, que en Colombia han montado diversos grupos.“Para mí escribir teatro no es imitar la realidad, sino generar realidad y las realidades que yo genero son, por lo general, realidades poéticas”, dice.Su presencia en el Encuentro Iberoamericano de Dramaturgia es la continuidad de su larga relación con el teatro colombiano, que comenzó cuando a sus 20 años tomó talleres con Enrique Buenaventura y Santiago García.“Siempre a mí me sorprendió la capacidad que ese país tiene para relacionarse con este lenguaje artístico, así como Ecuador se relaciona mucho con la plástica y con la música, yo siento que Colombia tiene una especial relación con el teatro como lenguaje”, finaliza.
El Encuentro Iberoamericano de Dramaturgia es un proyecto del grupo Umbral Teatro, dirigido por Carolina Vivas.Según ella, el evento, que se hace en convenio con Idartes, la Maestría de Escrituras Creativas de la Universidad Nacional y la Acción Cultural Española, busca mostrar un panorama de la producción dramatúrgica iberoamericana contemporánea.Entre los invitados se destaca el dramaturgo español José Sanchís Sinisterra, que enfocará su taller en los nuevos enfoques de los textos dramáticos.Por Colombia, estarán Fabio Rubiano, Patricia Ariza, César ‘Coco’ Badillo, Orlando Cajamarca (fundador del grupo caleño Esquina Latina) y Miguel Torres.
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