
Mérida, Yuc. En estos tiempos de crisis económica pero también del surgimiento de las redes sociales, el teatro regional, al menos en Yucatán, está cambiando.“Se ha hecho un cambio en la manera de escribir y hay una oferta impresionante de cosas, algunas buenas, malas u horrendas, pero hay más opciones” y hay algunos escritores que se atreven a hacer teatro de reflexión, de acuerdo con Fernando Muñoz, especialista en teatro regional yucateco.El teatro actualmente tiene mucha oferta, el problema es que hacen falta más espacios de expresión y difusión.Anteriormente, continúa el experto, el teatro regional se basaba en temas de moda y noticias coyunturales. Los escritores eran personas muy informadas y se basaban en eso para hacer sus historias. Pero ahora, con el aumento de la oferta, también se está recurriendo a hacer parodias sin historia original que contar. No es la mayoría, aclara, pero se da.“El teatro regional y con improvisación es muy difícil de hacer porque se necesitan muchas tablas, ingenio y más si son de temas políticos. Debe hacerlo una persona culta, preparada, y las nuevas generaciones no lo saben hacer porque no se trata de decir groserías o una pachotada para que el público responda”, se trata de un juego en el que el público se haga partícipe, pero que no se metan con él, explica Muñoz.Otro cambio que se está dando en la forma de hacer teatro regional es que actualmente hay muchas mujeres escribiendo. Muñoz incluso se atreve a decir que hay más de ellas que hombres en Yucatán. “La mujer siempre tuvo un lugar en el teatro regional, pero de pronto dio un paso importante al ver que también podía ser directora, escritora, autodirigirse y no sólo ser actriz”, y esto es parte del reacomodo que se está viviendo no sólo en el teatro, sino en las artes.
SURGEN ESPACIOS ALTERNATIVOS
En Mérida, hasta hace unos años había sólo había tres teatros (llamados Armando Manzanero, Peón Contreras y Daniel Ayala), pero las nuevas generaciones han hecho esfuerzos para abrir espacios en donde presentar sus propuestas y actualmente hay por lo menos unos 10 recintos pequeños como La Rendija, El Teatrito, El Tapanco, La Camarita y Rubén Chacón, en los que hay oferta teatral alternativa.La actriz yucateca Eglé Mendiburu, homenajeada en esta edición 25 del Festival de Teatro Wilberto Cantón, ahora en su incursión en una compañía pequeña como La Rendija, comenta que hay muchos grupos de jóvenes que se están haciendo de sus propios espacios, aunque pequeños, y siempre encuentran dónde presentarse.
A pesar de las becas como las del Fonca, que son importantes porque gracias a esos recursos los creadores montan sus puestas en escena, considera Mendiburu, es muy difícil que el teatro sea autogestivo.
COMPETENCIA CON LA TV
Un gran problema que tiene el teatro regional, y el especialista no sólo se refiere a Yucatán, sino en general en la provincia, es que el actor no puede competir con un producto de origen televisivo.“Traen a un actor que está de moda por una telenovela y lo meten al teatro pero sin historia y mal producido” y la gente acepta pagar por un boleto caro, hasta 700 pesos, para verlo, y no lo hace para ver al talento local por un precio mucho más bajo.En ese sentido, considera que el Festival de Teatro Wilberto Cantón 2014 en Yucatán es un buen esfuerzo de difusión de la riqueza teatral que se tiene en el estado.“Es una buena vidriera para mostrar los trabajos de las diferentes compañías y grupos locales”, dice, y sugiere que podría aplicarse en otras ciudades o estados.
diana.salado@eleconomista.mx
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