lunes, 14 de julio de 2014

“Con el teatro descubrí que puedo ayudar a los demás”

                                          
        Olga Bárcenas, Terapista de arte y actriz.

Tu trabajo es reparar el daño emocional en una persona.
Sí, y lo hacemos usando el arte, sobre todo el juego y el teatro.

¿Cómo?
Todos tenemos un lado oscuro protegido, en el que están nuestros miedos, traumas y malas experiencias, pero también tenemos uno sano.

¿Y qué se hace con el lado sano?
En el teatro vas a descubrir que hay muchas otras cosas que eres tú. De repente eres la que mejor cantas, la que mejor bailas, descubres que te gusta el cine, que te gusta la lectura, se te amplía el universo.

Te olvidas de todo lo malo.
Lo que hace el teatro es distanciarte del problema y te enfocas en explorar lugares nuevos dentro de ti.
No debe ser nada fácil.
Es un proceso que toma tiempo, pero que se inicia con el juego.

Explíqueme.
El teatro empieza como jugando, el juego es lo primero que se necesita hacer para volver otra vez a la infancia o para tener más capacidad de riesgo El juego es lo primero que las personas aprendemos.

¿En qué nos ayuda el juego?

El juego nos da la capacidad de arriesgar, despierta la reflexión, desarrolla destrezas, sociabiliza y ayuda a vincularse con los otros afectivamente.

Nos ayuda a liberarnos.
Por ejemplo, si tengo a un grupo de personas que nunca ha hecho teatro y les pido que improvisen una escena donde lloran... los mato, pobrecitos. Primero tengo que jugar para soltar el cuerpo, pasando por matagente o la gallinita ciega y eso va a ser que todos se suelten, se rían, entren en confianza. 

El juego es algo muy básico.
El juego es importante en la vida porque te da las reglas de la convivencia, tú negocias. Cuando somos niños aprendemos a compartir jugando, aceptamos las reglas. Si ganas bacán, pero si pierdes, pierdes.

¿Los adultos debemos jugar más?
Yo creo que sí. El juego se repite cada vez que tomamos una decisión. Cuando te casas, por ejemplo, no sabes si vas a ganar o perder. El hombre puede ser maravilloso, pero puede pasar algo para que la relación no funcione. Uno toma riesgos permanentemente y el juego es el azar.

¿Qué has logrado en los últimos años gracias al arte?
Tengo a mi cargo Teatrovivo que es una asociación civil que tiene como proyecto social ayudar a reducir la incidencia de la explotación sexual en niñas y adolescentes en Lima.

¿De qué manera?
Vamos a las calles en busca de niñas que están siendo explotadas sexualmente. Vamos con materiales de artes plásticas y creamos un vínculo de afecto. 

Persuadirlas debe ser difícil.
Algunas salen, otras vuelven a sus casas y otras se fueron a otra calle y nunca más las vimos.

También trabajan en la prevención de este problema.

Sí, en los colegios donde las niñas viven en zonas vulnerables y también en los albergues.

¿Y cual es la finalidad de Teatrovivo en esos casos?

Ayudarlas a mejorar su autoestima y reparar el daño emocional. Lo hacemos a través del juego y el teatro.

¿Y dónde queda el trabajo del psicólogo?
En una consultoría psicológica vas hablar de lo que te pasó y giras en el tema; en cambio la terapia de artes expresivas no trabaja el trauma, trabaja con la parte sana.

O sea no buscas que ellas hablen de sus problemas.
Nunca hablamos de lo que le pasó, no buscamos que ellas digan sí, yo he sido explotada sexualmente o he estado en la calle porque me abandonaron. Lo que hacemos es que a través del arte ellas encuentren su parte más sana, para que así puedan crecer emocionalmente.

¿Cómo es una sesión de terapia con ellas?
Primero hacemos un círculo con ellas. Nos conocemos, creamos una relación de confianza, hablamos, decimos cómo nos sentimos. Después del círculo, el paso siguiente es el juego.

¿Qué te dicen ellas?
Las chicas dicen "cuando estoy en CRIAR (uno de los proyectos de Teatrovivo) me olvido de todo, me entrego, me siento como una niña que no tiene problemas".

Debe ser una satisfacción grande escuchar eso.
Sí, a lo largo de estos años hemos formado chicas más seguras de sí mismas, se han fortalecido muchísimo, se expresan muy bien y son capaces de asumir retos.

¿También te ayudó a ti el teatro?
Claro, me ha hecho mejor persona. De niña era invisible, muy tímida, pero gracias al teatro descubrí que puedo ayudar a los demás.

LA FICHA
Nací en Lima, soy actriz y educadora. Me inicié en el teatro a los 18 años cuando un grupo de amigos de mi barrio en Barranco me invitaron a actuar. Me formé como animadora sociocultural en la Universidad Católica y como terapeuta de artes expresivas en la TAE Perú.

Hace 27 años trabajo en la ONG Teatrovivo que brinda diferentes servicios relacionados al teatro. Visítenos en www.teatrovivo.org.pe

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