
Muy lejos de las salas llenas de gente, de los grandes telones y las parrillas lumínicas; otra forma de hacer teatro llegó a San Juan y está echando raíces. "Gabinete: Teatro para un espectador" se llama esta propuesta gestada en Chile en 2010 (con Leonardo Medel), que ya se instaló en Roma, Madrid y Buenos Aires; y cuyo nombre anticipa bastante de lo que se trata, pero no todo. Es que aquí no sólo hay actores actuando para una sola persona -sí, una sola-; sino que además intérpretes y destinatario se encuentran por unos minutos (se trata siempre de obras muy cortas) dentro de una gran caja, en cuyo interior se gesta esta experiencia artística y personal siempre única, en este caso es teatro, pero también pueden ser microconciertos o danza, por ejemplo.Gelmanocidades -basada en el universo poético de Juan Gelman- es la obra con la que debutó este formato en la provincia, de la mano del director sanjuanino Fabricio Montilla y el grupo teatral Lunatics Danza Teatro, quien lo convocó para dirigirlo en el festival "30.000". Una obra que repetirá esta semana (ver aparte) y a la que en septiembre le seguirá "Encuentro", de Santiago Gobernori, también dirigida por Montilla, con Emiliano Voiro y Andrea Collado, el segundo paso en este camino. En el caso de Gelmanocidades, se trata de tres performances que tienen una duración de 2 a 5 minutos y en cada una participa un intérprete. El espectador saca un turno por orden de llegada y elige qué performance verá (dentro de las que se ofrecen), luego ingresa al Gabinete -oscuro, con apenas una luz muy tenue- y se encuentra con la actriz que representa su rol, inmóvil, a escasos centímetros suyos. Cerrada la puerta, comienza la acción y una vez terminada la performance, sin que medien otras palabras, el espectador sale del gabinete. Así durante una hora y media de repeticiones sucesivas."La cercanía con el espacio en que se desenvuelve la obra genera una percepción del espacio radicalmente diferente de las percepciones a las que estamos acostumbrados. Ésta, a su vez, puede ir variando de acuerdo a las características particulares de cada obra generada en el gabinete, que rompe con la cuarta pared y la distancia usuario-obra. Esto impacta tanto en el intérprete como en el espectador", reza el decálogo de la Red de Gabinetes, que deben respetar quienes deciden sumarse a esta corriente (ver recuadro). "El dispositivo convierte al espectador en el centro, todo se reduce a un momento, a la pérdida del espacio-tiempo, donde el plateo proxémico amplifica las percepciones de ambos, del intérprete y el público. He bailado y actuado para muchos, en eventos multitudinarios, teatros, museos, plazas, calles, debajo de una pérgola, para veinte personas y ahora para una. Esta es, para mí, una experiencia maravillosa. Con el público he quedado impresionada, cuando al terminar sentí el aplauso de una persona, mi único espectador; me costó segundos recuperarme hasta que entró el próximo, y el otro ríe y te dice gracias. Es un formato de puesta muy gratificante", comentó Ada Valdez, bailarina y actriz, al frente de Lunatics. "Me interesan las experiencias que proponen cierto grado de intimidad entre el espectador y el intérprete", asegura Montilla, que en esa misma línea creó el "Delivery de Canciones", que ya sobrepasó los límites de la provincia. "Por ahora hemos montado el gabinete sólo en el Museo Franklin Rawson pero la idea es llevarlo a nuevos lugares", acotó el inquieto artista.
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